New Haven - Afiliación Normal

Bienvenidos a New Haven, Ontario, o como también es llamada, “La Ciudad de las Aguas Diamante”. Asentada en un terreno generoso en las cercanías de los lagos Superior y Nipigon, New Haven comenzó hace mucho atrás como una simple colonia de pescadores y campesinos para convertirse en lo que es hoy en día, una de las ciudades más grandes y prosperas de Canadá, rivalizando con Toronto y Ottawa en magnitud. Su ubicación a orillas del Lago Superior, a solo un viaje en barco de USA la ha convertido en una puerta de entrada y comercio entre ambas naciones, permitiéndole desarrollarse económicamente con gran facilidad.

A pesar de su lejanía con el mar, a lo largo de su historia ha sido lugar de preferencia para inmigrantes de todas las naciones, convirtiéndola en una ciudad amplia y cosmopolita, que rodeada de sus lagos de aguas generosas y suaves terrenos de cultivos, la han llevado a crecer a grandes dimensiones.

Hoy en día es una ciudad con mucha actividad, siendo sus principales ocupaciones la pesca y la industria de manufactura, pero teniendo también un gran atractivo turístico debido a sus calles y edificios llamativos, gran actividad nocturna y cercanía con reservas naturales.

Colinda hacia el sur con el lago Superior, principal fuente de pesca y punto de partida de los viajes a Estados Unidos. La marina de New Haven y su puerto comercial se ubican asentados en este lugar, decorando la bahía con sus navíos de colores y barcos de carga que no paran de entrar y salir. La ciudad en sí consta de varios distritos, que abarcan desde el núcleo urbano al centro mismo de la ciudad, con sus altos rascacielos y placas comerciales entremezcladas con barrios residenciales. Hacia las afueras se encuentran los barrios étnicos y suburbios, siendo los más notables el barrio chino hacia el norte, el barrio ruso al sur, en las afueras del puerto mercante y el barrio anglo irlandés en el este de la ciudad. Hay también un barrio propio de las comunidades armenia, eslava e italiana, todos los cuales son una muestra fiel de las costumbres típicas de sus comunidades.

El barrio Hammocks es conocido por sus clubs nocturnos de moda y gran cantidad de vida bohemia, albergando incluso el barrio rojo autorizado. Este se ubica hacia el centro/sur. Al noroeste se encuentra lo que se conoce como “la cuna del genio” dentro de la jerga de la ciudad, debido a que en el sector se asienta el centro cultural de New Haven: los campus principales de las dos universidades más prominentes del lugar y Elder Willows, una de las academias privadas más prestigiosas de New Haven junto con una gran cantidad de museos y la biblioteca principal. En ese lugar se encuentra también la sede de los laboratorios y centros de investigación más prestigiosos de New Haven. Hacia el oeste de la ciudad, en las afueras, se ubica el sector industrial, donde las fábricas automovilísticas y demás manufactura se hacen presentes. Desde ese sector parte la carretera hacia Nipigon, un lago rodeado de maravillas naturales y gran punto de atractivo turístico en la región. Hacia el norte de la ciudad, en las afueras, se encuentra el distrito de Gentle Fields, un sector agrícola que contrasta enormemente con la bullente ciudad. Ahí la vida continúa siendo sencilla, aunque tocada por la modernidad y comodidades de New Haven. Más al norte aún, se encuentra la reserva de Maengun Ahki, una reserva forestal que alberga gran cantidad de especies nativas y un pequeño reducto de pueblos originarios ojibwe.

Como se puede ver, New Haven es una ciudad con mucho que ofrecer, tanto para sus visitantes como para quienes deciden asentarse a vivir. Un lugar con mucha vida y atractivos para todos por igual, no importa cuál sea tu interés. ¿Te animas a venir?




El mundo tal y como lo conocemos ha empezado a cambiar de una forma asombrosa, demasiado rápido para algunos que ni siquiera son capaces de adaptarse a los nuevos tiempos.

Desde que el planeta existe como tal, los sobrenaturales y las fuerzas mágicas han creado sus núcleos en las zonas en las que se han sentido más cómodos por un motivo u otro, y New Haven es una de éstas.

Hasta hace no mucho no se dejaban ver y apenas se intuía su presencia en la gran ciudad, pero la población de seres fuera de lo común ha crecido lo suficiente como para que se creen conflictos y divisiones.

Los humanos permanecen ajenos a todo, pero ¿Cuánto tardarán en darse cuenta de lo que está pasando?

Por otro lado, ocurrió algo que atenta gravemente contra el equilibrio del mundo en general, ya no solo de New Haven, y fue la apertura de las puertas del infierno. Con dicha apertura no solo los demonios empezaron a hacerse más frecuentes en nuestro plano, sino que también resulta preocupante el descenso de los ángeles que busquen exterminarlos a ellos y a los causantes del mal.

El ser que abrió las puertas del infierno murió ante su propia creación, y ahora los grupos que se expusieron prestando apoyo a aquella misión suicida se ven culpados, pues no hay nadie más a quien señalar con el dedo.

De momento las aguas han vuelto a su cauce, ni demonios ni ángeles han estado estorbando demasiado, pero no se sabe hasta cuándo durará la aparente paz. El olor a guerra ya hace tiempo que se respira, pero no una guerra común, si no una que va más allá de cualquiera ya vivida por la humanidad.